El estudio de la movilidad urbana desde el enfoque “smart”

Releyendo un antiguo post del blog de Juan Freire, reflexionaba sobre las condiciones para el estudio de la movilidad urbana y que expongo en el presente post.

<<Aunque no seamos conscientes nos conectamos emocionalmente con las ciudades, con los paisajes, con los países… a partir de su relación con las personas que pasan por nuestras vidas. Toda geografía es emocional… o es solo un mapa que no representa en realidad casi nada.>>

Juan Freire (profesor e investigador sobre las ciudades), publicado en post de 4 de Febrero de 2012, Blog Ausencia de Sentido.

Paseemos por las calles de una ciudad. Veremos sus arterias principales, coches de un lado a otro, la gente transitando; la distribución de zonas para el comercio y el trabajo, viviendas; espacios públicos con parques, centros cívicos y deportivos, escuelas, etc. También, contemplaremos aspectos negativos fáciles de identificar a la vista como los atascos, o percibiremos alguno de los efectos de la contaminación en la ciudad como las fachadas ennegrecidas de los edificios o el ruido que genera el tráfico de los coches y resto de vehículos. ¿Sería posible desvincular la geografía de la ciudad de las personas que la habitan? Las personas se desplazan por la ciudad con la finalidad de realizar diversas actividades como ir a trabajar, estudiar, llevar a los niños al colegio, salir a comer, visitar al médico, hacer compras, visitar a amigos, pasear o hacer ejercicio, volver a casa, etc. Para ello, caminan, circulan en bicicleta, utilizan transportes públicos como el autobús, o privados como la motocicleta, el coche, etc. Dichos desplazamientos, se reflejan en el consumo del espacio, el tiempo, la energía y los recursos de las ciudades. Son las personas que las habitan, las que configuran la fisionomía de las mismas.

El concepto Smart Mobility no sólo se refiere a la sostenibilidad en la gestión de la seguridad y la eficiencia de los sistemas, medios e infraestructuras de transporte, sino también, a la accesibilidad a los servicios que ofrece el entorno urbano y que se ven condicionados por los factores que configuran la movilidad. La movilidad en las ciudades es un problema cada vez más acuciante. Es por ello que la gestión sostenible de la movilidad en el entorno urbano es una de las cuestiones en las que más énfasis se pone desde el enfoque Smart City y a las que se trata de dar respuesta desde las soluciones Smart Mobility.

Generalmente, se dirige el foco hacia una serie de problemas de índole energética que acarrea una gestión no eficiente de la movilidad en las ciudades, y que son conocidos e interrelacionados entre sí, como son la congestión del tráfico y el aumento en el tiempo de los desplazamientos, el aumento de los niveles de contaminación y las emisiones de gases de efecto invernadero, el excesivo consumo de energía o la seguridad y la salud de las personas.

El foco en estos problemas ha contribuido a que el análisis de la movilidad urbana se centrara, en ocasiones, en las consecuencias negativas y en el seguimiento de los indicadores de la congestión del tráfico y del impacto medioambiental. Su estudio se realiza, así, de forma desconectada y parcial, enfocada la mayoría de los casos a situaciones concretas.

Sin menos cabo de la importancia que estos problemas tienen en las condiciones de la calidad de vida de las ciudades, centrar el estudio de la movilidad en los efectos negativos o la intervención sólo en este conjunto de problemas, resulta un enfoque sesgado e insuficiente para abordar el fenómeno de la movilidad urbana en las ciudades (se requiere “ir más allá”). Su análisis requiere profundizar en las causas que la generan considerando la movilidad urbana como un fenómeno global, definiendo los impactos que se derivan de ella y cuantificando los efectos sobre los distintos colectivos afectados.

Con objeto de realizar una “fotografía completa” y un mayor nivel de comprensión sobre la misma, se apuntan varios elementos que no han de faltar: las necesidades de desplazamiento, los medios de desplazamiento y los recursos consumidos, así como sus consecuencias.

elementos de estudio

A partir de esta consideración es posible establecer un conjunto de indicadores más completo, abordando, tanto indicadores “energéticos” como “no energéticos”, y variables como el nivel de ingresos, el género, la edad, la ocupación, el nivel formativo, etc., de las personas que se desplazan en las ciudades. A modo de propuesta inicial, y sin ser exhaustiva, a partir de la observación de diversas fuentes de referencia, se indican los siguientes indicadores.

tabla indicadores

La aplicación de estos indicadores y el estudio de los factores en torno a la movilidad urbana están supeditados a la sociedad en cuestión que se desee analizar o estudiar.

No es una cuestión baladí seguir avanzando en la definición de este conjunto de indicadores. Así, desde distintos organismos e instituciones se han dado pasos importantes para medir la planeación “smart” de la movilidad. En esta línea, se destacan algunas iniciativas como la puesta en marcha del Observatorio de Movilidad Sostenible por el Club de Excelencia en Sostenibilidad, la aprobación por el Comité Español de Normas sobre Ciudades Inteligentes de las principales líneas de trabajo en la materia, (normalizando 5 campos, entre los que están Semántica e Indicadores, y Gobierno y Movilidad, entre otros), o la valoración dentro del City Protocol (al cuál se ha adherido recientemente Altran) de estándares de excelencia a partir de indicadores que integrarán las tecnologías de la información y aspectos funcionales de las urbes, como la gestión de la energía, el agua o el transporte, entre otros.

Conchi Rodríguez, consultora en Altran.

Acerca de Conchi Rodríguez Illana

Nueve años trabajando en el sector de la consultoría, principalmente para el Sector Público. Proactiva, entusiasta y optimista por convicción.
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